Atracción imán - en ausencia de una idea mejor
Imagina que eres un personaje de película y que juegas un
papel trascendental, en una vida desconocida del cual no eres consciente. Ese
otro personaje soy yo -imaginarme caminando por la calle entrar a tu tienda y
saludarte con timidez- y tu influencia en mi imaginación no es conscientemente
anterior a este año. ¿Fantasías platónicas? (sonrisa por volver a escribir, en
parte también, motivado por ti).
Acerca de mi, me han
juzgado de tantas maneras, han dicho que soy problemática, que soy emocional,
que soy débil, que soy cruel, que soy bella, que soy una puta, que soy una
loca; y aunque no entiendan cómo logro llevar otros aspectos de mi vida, en
realidad es muy sencillo. Soy inteligente, desde niña lo manifesté, y mis
cuatro ojos desde los 5 años lo reforzaron ante los demás, quizá no tenga un IQ
para estar acelerando neutrones pero siempre he buscado aprender, de muchas
cosas, de todo; leía antes de saber leer y para los 10 años ya había ojeado y
casi leído todos los libros interesantes en casa, los de dibujos, los cuentos,
los poemas, los de ciencia y naturaleza, hasta los de enfermería y primeros
auxilios, cuando terminé con esos tuve que leer lo restante y aburrido pero
también lo leí y durante mi adolescencia coleccioné revistas de Muy
Interesante, dedicaría mi vida a la ciencia, odiaba la química pero la física y
los inventos llamaban mi atención, aprendí a tocar guitarra y disfrutaba los
colores y las formas desde antes de nacer, así que con ese gusto por el arte y
por la ciencia al llenar la solicitud de ingreso a la universidad miré física y
arquitectura como por 10 minutos hasta que ganó el arte con(s)ciencia y fue una
muy buena decisión.
Respecto al aspecto profesional, trabajo bien y cumplo mucho
mejor aunque aún tengo traspiés de voluntad lo cual he combatido con la
filosofía de mi breve encuentro con el opus dei; terminé siendo maestra en el
sistema público y aún busco la manera de no enloquecer por este trabajo, sé que
se puede, mentalizo y aún analizo maneras de sobrellevar la carga, no es una
queja por el trabajo, en realidad me gusta más que estar sentada frente a una
computadora en una oficina, aunque la construcción a pesar de sus peligros y
estrés también era divertida.
En el aspecto familia la llevo mucho mejor, pasé años de
lucha por el poder y el control con mi madre, al fin de cuentas de tal palo tal
astilla y después de años y años de situaciones y alguna temporada en terapia
familiar, por fin he logrado tener la decisión en mi vida; no, no es totalmente
cierto ya que mi madre aún me controla pero ya se dio cuenta que a mis 32 años
ya no hay mucho que exigir.
¿Para qué saberlo? Aún no aprendo a no exponerme, puedo
justificarlo por mi pseudo imagen personal de artista. He cometido errores,
pero en general el sexto sentido no me falla con un 80% de fiabilidad. No busco
nada, todo es por compartir sentimientos artísticos y tú siendo artista quizá
comprenderás. No entraré en detalles mayores respecto al aspecto del cual has
sido influencia en los últimos meses. En ese aspecto siempre he sido un
desastre, ¿qué se puede esperar? Así es el corazón, es sólo que me sorprende
ver tantos felices para siempre, con sus fotos sonrientes de amores perfectos
que me pregunto por qué no puedo tener los típicos problemas de amores. Mi
problema es tener tanta imaginación y un corazón tan grande que el condominio
le queda pequeño. He amado cuatro veces, pero en serio, y no sólo en el amor me
ha guiado el instinto pero ese instinto me llevó a ellos. Lo que pasaba es que,
en el momento que supe algo de su existencia algo en mí decía que debía conocerlos.
En tres ocasiones la sola mención de su nombre me dijo – debes conocerlo- algo
que sólo puedo comparar con un imán a distancia. En otra ocasión no sabía
siquiera si era hombre o mujer o dónde vivía pero sabía que no podía dejarlo
ir. No me equivoqué, pero me cuesta deshacerme del pasado y he arrastrado no
sólo a ellos sino a muchas personas por años. A veces me ha impedido avanzar y
el último me dejó con 7 años de llanto que apenas se atenuaron con un dulce
episodio del más allá (otra larga historia), pero seguiré firme con mi
filosofía de la inercia y el destino a manera de camino con opciones múltiples. La
inercia me llevó a ignorar al corazón y a concentrarme en todo lo demás, y la
inercia ahora me responde dándome elementos para poder barrer con varias cosas
del pasado. Resulta que supe de ti por apodo desde hace siete años, en
coincidencia posterior con el último trágico episodio, pero todo estuvo tan
ocupado que ignoré esa necesidad de conocerte. Volviste a llamar mi atención
este año, año en que también salí del closet como “poli” (aún me cuesta
decirlo), no estoy segura por qué pero otra vez esa sensación de imán me llevó
a pensar que, aparte de ser un desastre sentimental sin ánimos de cambiar, podría
estar perdiéndome de algo. Sabes, solía ser valiente, pero quedé reducida a
nada por los celos de la última pareja, se me fue el gusto por la música, el
gusto por bailar, el gusto por la amistad, y por muchas cosas más, lo cual le
abonó a la inercia. Pensando en que después de 7 años volví a sentir la
atracción imán, un día sonreí y comencé a decir adiós sin tanto dolor, quizá
era el momento de volver a ser valiente y sentir.
Aquí es donde entras tú, y no tiene que importar, es como
una película donde suena música tipo Amélie y sólo te saludo y piensas que soy
extraña o simplemente no piensas nada, sigues con tu historia y yo sigo
caminando por la calle imaginando una escena alterna con un campo verde, el sol
poniéndose al fondo y tu y yo de pie a contraluz. No soy tan desquiciada, imagino,
soy visual, pero aterrizo la experiencia en algo positivo. No pretendo acosar,
pero disfruto tu sonrisa y el pensar que por fin se ha activado algo que tenía
tan olvidado.
En fin, los escritos poco coherentes son más fáciles que
seguir abriendo el corazón ahora que está en proceso de limpieza, y también es
más fácil que enfrentar la timidez y la realidad fuera de pensamientos platónicos
y preconcepciones. Aún así sólo pediré que te sientes y cierres los ojos por un
instante y te besaré ingenuamente así en pensamientos y quizá algún día en la realidad
por un solo instante, para salir y continuar mi camino.